Una definición entre todos
Un sistema público de enseñanza que propicie más la participación de los padres en la educación, que fomente el uso de la tecnología en el salón de clases y que les dé continuidad a las iniciativas que sí funcionan, más allá de los vaivenes político-partidistas.
A eso aspiran estudiantes, maestros y directores entrevistados por El Nuevo Día sobre los aspectos que se deben mejorar en las escuelas públicas. Esto, de cara al inicio, en los próximos meses, de encuentros de deliberación pública dirigidos a elaborar un Plan Decenal de Educación para Puerto Rico.
“Un plan a diez años ayudaría a dar continuidad a las iniciativas que necesita la comunidad escolar, sobre todo al trabajo con los valores, la planta física y la tecnología”, expresó Julio Ortiz, director de la escuela elemental Hilda Raquel Mateo, en Coamo.
Con él coincidió su colega Aixa Margolla, de la escuela elemental Paul G. Miller, en Trujillo Alto. “Con cada cambio de gobierno llega un secretario nuevo con una visión y buenas ideas, pero no dura, y viene otro con otras ideas y la visión del anterior se cae”, relató la directora. “Un plan a diez años daría más estabilidad, más tiempo de que se cumplan las metas y de que se obtengan resultados medibles”.
A Yanira Ramos, directora de la escuela elemental Homero Rivera Solá, en Aguadilla, un decenio le pareció demasiado tiempo, pero vio con buenos ojos la iniciativa de que toda la ciudadanía participe en la definición de los aspectos que regirán la educación.
Para Héctor Nazario, estudiante de noveno grado de la escuela intermedia Dr. José Antonio Dávila, en Bayamón, “contar con la opinión de todos es una buena idea, porque si el Gobierno lo hace sin consultar a la ciudadanía y algo sale mal, después dicen que fue culpa del Gobierno. Así, todos serían responsables de lo que salga bien o mal”.
A juicio de Ramos, “el plan debe establecer metas claras, que el Gobierno se comprometa a enviar los equipos necesarios o que los padres puedan exigir que las escuelas estén aptas para comenzar el año escolar”.
La mayoría de los entrevistados resaltaron la importancia del rol de los padres. “Podemos hacer proyectos para mejorar la educación, pero es vital el compromiso de los padres”, expresó Mónica Rosa, maestra de inglés del plantel trujillano Paul G. Miller.
Yadira Díaz, maestra de inglés de la Dr. José Antonio Dávila, se mostró esperanzada en que el proceso de consulta sobre el plan decenal redunde en una mayor participación de los padres. “Este ejercicio puede ser beneficioso para conectar la comunidad con la escuela, pero debe hacerse una promoción atractiva para atraer a los padres”, comentó Díaz. “Si no se promociona bien, solo acudirán los mismos padres que siempre van a la escuela y no sabremos por qué los otros no ven la educación como una prioridad”.
Por otro lado, maestros y estudiantes coincidieron en la importancia de integrar la tecnología al proceso de enseñanza. “La tecnología ayudaría a una educación más ágil, activa e interesante”, dijo el alumno de noveno grado Leonardo Chamochumbi, del plantel bayamonés. “Los estudiantes se motivarían más a ir a la escuela al ver que tiene todos los recursos necesarios”.
El reclamo del joven llama la atención, pues su plantel reabrió este semestre como Escuela del Siglo 21. Su maestra de español, Damary Colón, indicó que “es importante la tecnología para atemperar la educación a los cambios sociales, pero hay que darle continuidad y pensar en el mantenimiento. Estoy emocionada porque en mi salón tengo pizarra electrónica y dos computadoras, pero como no las han configurado, no las puedo usar, así que uso mi laptop con el proyector”.
Según el maestro de música Albert Figueroa, de la Paul G. Miller, el plan debe darles más relevancia a las artes y al deporte. “Necesitamos sensibilizar a nuestros estudiantes a través de la música, las bellas artes y el deporte. Actualmente, no se les da la importancia que ameritan”, expresó.
La directora Ramos, al hablar del Plan Decenal de Educación, concluyó que “lo más importante de todo son los niños, que se sientan en un ambiente seguro, donde reciban un conocimiento que les dure toda la vida”.
Por: Rut N. Tellado Domenech
Publicado en : El Nuevo Día