En busca de la riqueza compartida
Viviana Torres Mestey se ganó un ‘Oscar’. La estatuilla dorada, tallada en jabón sobre un trono negro confeccionado con un rollo de papel sanitario, le fue otorgada por confinados de máxima seguridad a los que les presentó un adelanto del proyecto educativo en ciernes “Las calles de mi Caribe”.
En el camino hasta la cárcel de Guayama, la periodista, fotógrafa y productora llevaba un dilema: “esta gente no se lo merece, esta gente cometió crímenes, quitó vidas a personas, mató niños. Por qué yo tengo que estar haciendo un servicio social para ellos, por qué?”.
Una vez culminó la charla, tenía la respuesta: “Tú te das cuenta de que no hay un sistema de rehabilitación que funciona. Ellos me decían: ‘Acho, misi, viajé a Cuba y a Dominicana sin salir de aquí’. Quizá esté siendo muy utópica, pero yo quisiera pensar que la presentación influyó en algún tipo de sensibilidad en su cabeza, en cambiarles en algo la vida, en brindarles algún tipo de nueva perspectiva a su pensar”.
Viviana hizo la presentación como parte de Enfocarte, una corporación sin fines de lucro dedicada a la producción de eventos educativos, artísticos y culturales a nivel local e internacional que explora la idea de que las disciplinas artísticas son esenciales para generar conocimiento y ofrecen al estudiante, y al público en general, una manera nueva e interactiva de aprender.
El “grupo de locos” de Enfocarte está convencido de que su trabajo puede aportar al desarrollo del llamado capital social, a la sensibilización de los ciudadanos y a la permanencia de las artes como una herramienta útil en las materias educativas, las interacciones sociales y los valores.
Enfocarte también es, como quien dice, un hijo de Puerto Rico se Reinventa, pues fue en este espacio que Viviana comenzó a reportar sobre las posibilidades de un proyecto de país, las bondades de la economía solidaria y la necesidad de establecer alianzas para salir adelante, valores que hoy pone en práctica en su empresa social.
Para alcanzar esa empresa, tuvo que enfrentar lo mismo que muchos de sus entrevistados, pues tras dejar su trabajo de periodista para dedicarse de lleno a estudiar una maestría-doctorado en Fotografía, se quedó desempleada al cerrar la compañía teatral que servía de cobijo a sus proyectos artísticos y, para colmo, no le renovaron ese semestre el contrato de una clase que ofrecía en la universidad.
“Era increíble como, sumida en la depresión de quedarme en el aire, me venían los flashback de toda aquella gente que yo había entrevistado cuando perdieron sus empleos por la Ley 7”, sostiene la también actriz.
Fueron las historias de toda esa gente dispuesta a reinventarse y seguir adelante lo que le dio el ánimo suficiente para someterse durante meses a la burocracia de conseguir el montón de permisos necesarios para empezar su propia empresa con enfoque social.
Como Enfocarte está integrado por artistas multidisciplinarios, aprovechan sus conocimientos para entrar en alianzas con otras microempresas mediante el ofrecimiento de servicios a cambio, por ejemplo, de salones de ensayo, mano de obra y espacios mediáticos. A los miembros de la corporación se les paga con viajes a festivales internacionales y a sus voluntarios se les llama primero cuando hay trabajo remunerado.
Y es que los proyectos educativos, artísticos y culturales de Enfocarte también buscan fomentar la creación de un capital social, concepto que reconoce que las relaciones sociales de solidaridad, cooperación y confianza son productoras de una riqueza y beneficio social sostenible. “El arte toca una fibra de la sensibilidad humana. Nuestros proyectos, a lo mejor no le generan miles y miles de dólares al gobierno, pero estamos ayudando a mover una maquinaria para crear el país que todos soñamos”, sostiene.
Cuando mira hacia atrás, se da cuenta de que su trabajo como periodista le fue mostrando el camino a nuevas formas de aprender y de emprender. “Sin Puerto Rico se Reinventa, yo creo que esto nunca hubiese pasado. Porque fue lo que me hizo real la posibilidad de que hacer lo tuyo propio es tangible, lo que pasa es que tienes que quererlo, tienes que sudártelo”.
La ganancia de la conciencia social
Una empresa social es una forma de negocio que aplica las estructuras empresariales para resolver un problema social. Los beneficios pueden reinvertirse o destinarse a las personas afectadas por el problema, ayudando así a aliviar la situación.
¿Cómo inicio una empresa social?
1-Identifica y estudia a fondo el problema a resolver.
2-Encuentra una solución innovadora al problema.
3-Define los recursos que necesitas para resolver o proponer la solución.
4-Establece alianzas para conseguir los recursos que necesitas.
Por: Lilliam Irizarry
Publicado: El Nuevo Día