Jóvenes que Construyen en el Presente
Por: María de Lourdes Lara
Dedicado a los jóvenes universitarios y en especial a Stefano Steenbakkers.
Este verano, Puerto Rico se viste de gala para recibir a miles de nuevos profesionales en los campos de las ciencias sociales y humanas, la educación, los estudios técnicos, la salud y escuelas graduadas, por mencionar algunos. Son ciudadanos y ciudadanas que decidieron no quedarse en sus casas, decidieron su presente, construyéndolo día a día, año por año, hasta llegar, junto a sus familias y amigos, a completar un capítulo e iniciar uno nuevo. Mis felicitaciones con letra mayúscula a las y los graduandos de las universidades del País por sus logros y honores.
Poder completar un grado académico a nivel de una universidad supone para el País, una contribución directa a la economía y mayor calidad de vida a la sociedad. Estudios recientes en Estados Unidos y Europa demuestran que invertir en que las personas completen un grado profesional, aporta hasta 10 veces su inversión, sea económica o social. Una diferencia grande de las personas que no estudian ni trabajan, los llamados NINI (ni estudian, ni trabajan) en los que el País pierde millones para mantenerlos y otros muchos millones por la riqueza que deja de producir. O los jóvenes que llegan hasta nuestras cárceles, en los que el Gobierno gasta más de $30,000 en cada uno al año (seis veces más de lo que se invierte en los universitarios).
La inversión en la educación es la más acertada decisión que un ser humano puede tomar. Los países en crisis sociales y económicas tienden a invertir más en la educación como medida para salir de la crisis y como forma de solucionar problemas a mediano y largo plazo.
¿Hay espacio para que estos jóvenes graduados sirvan y produzcan riqueza material y social a Puerto Rico y el mundo? Les invito a reflexionar en lo que verdaderamente debemos y tomar acciones para invertir en lo que verdaderamente importa.
También, hago a estos graduandos y graduandas varias propuestas para que el proyecto que inician en su colación de grados, continúe para seguir haciendo país para sus padres y madres, para sus hijos e hijas, para sus comunidades y municipios:
– Exijan y trabajen por la creación de empleos plenos para todos. Un empleo pleno supone un empleo a tiempo completo, bien pagado y con los derechos y beneficios que son necesarios para no tener que depender de ningún tipo de ayuda o beneficencia. Esto es posible y viable en una sociedad que promueva un desarrollo económico sustentable y solidario.
– Exijan y trabajen por una educación que no esté atada a la politiquería, al chantaje y a los grandes intereses. La educación es un derecho de todos y no un privilegio de unos pocos. Tenemos el presupuesto más grande al que podamos aspirar para tener las garantías de la mejor educación del mundo; sin embargo, no la tenemos. El presupuesto les debe llegar directamente a ustedes.
– Exijan y trabajen por un sistema de salud universal que garantice a todos los habitantes de Puerto Rico igual acceso e igual calidad de servicios. Que los médicos, enfermeras, laboratorios y hospitales puedan ofrecerlos garantizando la salud de la ciudadanía y que puedan recibir un pago justo por sus servicios. La salud es un derecho y no un privilegio. Ustedes merecen trabajar en la profesión que escogieron en su propio país.
– Exijan y trabajen por un país seguro y familias con calidad de vida. Que tengan espacio para ser felices, amarse, cuidarse y compartir en su casa y vecindario. La violencia diaria, y en todas partes y horas, que vivimos no es normal y no debemos acostumbrarnos a aceptarla. Es derecho de todos vivir en un país seguro, donde nuestros hijos e hijas salgan a jugar a la calle sin temor de ser violentados; las familias merecen ser cuidadas y protegidas, independientemente de su etnia, sexo o condición social.
– Exijan un país democrático, justo, inclusivo; el país que nos prometen cada día, pero que no será posible sin ustedes, los nuevos profesionales, los que hoy cambian su propia historia y la historia de su mundo.