La gobernanza democrática
A la Corporación de Apoyo a Programas Educativos y Comunitarios, CAPEDCOM, Inc. en celebración de sus 20 años de trabajo y compromiso con la educación alternativa, el diálogo deliberativo y la democracia participativa.
La gobernanza democrática se describe como el proceso mediante el cual el gobierno, las organizaciones economico-sociales y la ciudadanía interactúan para definir y acordar la visión, los objetivos, el presente y futuro de la vida en sociedad.
También, en la gobernanza se deciden las formas de organización, los recursos y las actividades que se consideran necesarias para lograr estos objetivos y futuros decididos. Así lo expuso el filósofo mexicano Luis Aguilar, en su cátedra magistral, celebrada recientemente en la Universidad del Turabo.
Esta extraordinaria ponencia nos hizo reflexionar a muchos sobre nuestra maltrecha y atrasada práctica: que se acerca más a los autoritarios e incipientes gobiernos de finales del siglo XIX y principios del XX.
Todos ellos marcados por simulacros de participación ciudadana, reducidos al proceso electoral de cada cuatro años, excluyendo o atropellando sectores completos como las mujeres, los negros y las llamadas minorías.
La “gobernanza democrática”, nos decía Aguilar, es aquélla en la cual el proceso de dirección y definición de los objetivos, de las acciones, organización y decisiones de los asuntos públicos que afectan a todos, “no son obra exclusiva del gobierno, como único dominante, capaz de subordinar a opositores y críticos”. Por el contrario, es producto y obra de la deliberación pública conjunta y de una coproducción y corresponsabilidad entre gobierno-ciudadanía, que no son cosas aparte, a través de sus organizaciones y sectores.
Desde esta nueva forma de gobernar, la ciudadanía no pierde poder, sino que es la que lidera y maneja el sentido de lo público, que no es otra cosa que velar por que las leyes se implanten, que los bienes públicos se protejan y utilicen adecuadamente, que cada ciudadano cumpla con sus obligaciones contractuales y además, que se involucren en asuntos de interés común y asuman responsabilidad compartida por ésta y las próximas generaciones. Es mayor poder ciudadano, pero con mayor responsabilidad en el proceso de gobernar y rendir cuentas de manera transparente.
No hay algo que sea más urgente a estos tiempos que trascender nuestras prácticas de gobierno del siglo XIX a una gobernanza del siglo XXI.
Si nos detenemos a analizar estos planteamientos de Aguilar, veremos muchas de las respuestas y, sobre todo, las aspiraciones que este País ha venido reclamando hace varias décadas. Veremos las posibilidades de ese tan reclamado nuevo proyecto o nuevo modelo que queremos para transformarnos y prosperar en el sentido de vivir y convivir en tiempo presente y en acción continua.
Hace 20 años, Capedcom, Inc. inició esa ruta hacia una nueva gobernanza para Puerto Rico. Y hace siete años, Agenda Ciudadana sigue, amplía y desarrolla un espacio de diálogo transectorial para convocar a la ciudadanía a conformarla, recrearla y posibilitarla desde ese enfoque “Ubuntu”: soy porque somos, donde el protagonista es un nosotros.
Hoy celebramos dos movimientos nacionales que han transformado la discusión de los asuntos públicos en Puerto Rico. Hoy se dialoga en el País de una manera distinta en múltiples círculos y sectores.
La introducción del diálogo deliberativo, la educación alternativa, las competencias ciudadanas, la facilitación de alianzas transectoriales y la concertación social desde nuevos modelos mentales y la visión compartida son la brújula de una nueva forma de relacionarnos y gobernar. Los retos están en cómo nos vamos a asumir a nosotros mismos, porque el “culpable” no está allá afuera.
Publicado en El Nuevo Día
Viernes 4 de abril del 2014
http://www.elnuevodia.com/columna-lagobernanzademocratica-1745436.html